El primer loco en el poder.
En 1703, luego de apenas cuatro años de gobierno, el gobernador Nicolás EugenioPonte y Hoyo dio claras muestras de trastornos mentales, por lo que los Alcaldes JuanNicolás de Ponte y Diego Tello Pantoja pidieron que se considerara en el Ayuntamientola situación del gobernador.
Corrieron por la ciudad toda clase de rumores y noticias.
Se decía que el gobernador Ponte, a quien le decían "El Hermoso" y tenía fama demujeriego, había sido envenenado o embrujado por una mujer celosa, o por un maridoburlado, y hasta se mencionó a una bruja india llamada Yocama.
Varias veces tratóde salir desnudo a la calle y decía los más tremendos disparates, pero ningunaautoridad se decidía a declararlo loco, lo cual, y ante amenazas de piratas holandesesse produjo, pero no por lo que hubiera sido razonable, sino porque no oía misa niasistía a las fiestas votivas o de tabla, que llegaron a verse desiertas.
ElAyuntamiento de Caracas, en algo que puede considerarse uno de los precedentes del19 de abril, resolvió investigar y declarar a don Nicolás en estado de demencia eincapacitado para gobernar, y por tanto sustituirlo por los alcaldes, en cumplimientode una real cédula del 18 de septiembre de 1676. Al fin y al cabo, Ponte y Hoyo nofue sino el primer gobernante venezolano que se volvió loco en uso del poder. Pero no el último.
0 comentarios:
Publicar un comentario