Título original: Sostiene Pereira. Una testimonianza

Publicación: 1994 (trad. cast. Carlos Gumpert y Xavier González Rovira, Ed. Anagrama, 1997)
ISBN: 9788433906809

Antonio Tabucchi se ha convertido novela a novela en uno de los mejores escritores italianos actuales. Sostiene Pereira es la más popular y quizá la más redonda de todas sus obras, de modo que su adaptación fílmica suponía un desafío apetecible pero bastante díficil, sobre todo por la poliédrica y entrañable personalidad de su protagonista. El propio Tabucchi ha participado en la elaboración del guión de esta versión franco-italiana. Sin embargo el resultado, aunque digno, no hace justicia a la obra original.
 «Lisboa, 1938. La opresiva dictadura de Salazar, el furor de la guerra civil española llamando a la puerta, al fondo el fascismo italiano. En esta Europa recorrida por el virulento fantasma de los totalitarismos, Pereira, un periodista dedicado durante toda su vida a la sección de sucesos, recibe el encargo de dirigir la página cultural de un mediocre periódico, el Lisboa. Pereira tiene un sentido un tanto fúnebre de la cultura: prefiere la literatura del pasado, dedicarse a la elegía de los escritores desaparecidos, preparar necrológicas anticipadas. Necesitado de un colaborador, contacta con un joven, Monteiro Rossi, quien a pesar de haber escrito su tesis acerca de la muerte está inequívocamente comprometido con la vida. Y la intensa relación que se establece entre el viejo periodista, Monteiro y su novia Marta, cristalizará en una crisis personal, una maduración interior y una dolorosa toma de conciencia que transformará profundamente la vida de Pereira. En esta novela, Tabucchi ha conseguido crear un inolvidable personaje que sin duda dejará una profunda huella en el lector, Pereira. Y con la historia de este periodista, Tabucchi nos ofrece también una espléndida historia sobre las razones de nuestro pasado que pueden ser perfectamente las razones de nuestro incierto presente.»


Toda la obra tiene un tono poético, sin que por eso se utilice ningún recurso estilístico especial. La reiteración de los "Sostiene Pereira..." le dan un ritmo y dibujan un punto de vista más elevado, como si lo narrado lo estuvieras viendo "desde arriba", contemplando lo que pasa: los tranvias descendiendo... por las calles de Lisboa, el calor de las tardes de verano, las limonadas con mucho azúcar, las conversaciones con el doctor, la toma de conciencia de un hombre, Pereira, que ya no espera nada especial de este mundo salvo sus tortillitas y su crónica periodística semanal, a través de su relación con alguien que representa el ahora, la situación política que se está viviendo en el Portugal de 1938 y que Pereira ignora indiferente. El personaje de Pereira está magistralmente descrito, con pocas referencias, pero palabra a palabra lo vas forjando en tu interior. Un inciso cinematográfico: Marcelo Mastroniani interpreta a Pereira y creo que lo clava. Cuando ví la película, ví el Pereira que Tabucci había creado, o al menos tal como yo lo había imaginado.