OTRA MODALIDAD DE RECLUTAMIENTO DE NIÑOS
Un apreciado amigo me hizo un reclamo hace un par de días. Me increpó porque fui a una reunión política donde un conservador –Nixon Pabón- que aspira a la dirección Distrital de la godarria criolla, y me echó en cara el asunto acusándome de “voltiarepas” político.
Soy liberal, mi querido amigo, pero no liberal de esos que abundan en esa guarida que se dice llamar Partido Liberal, donde pululan los que se alían con narcotraficantes y guerrilleros, ni de esos gays que pretenden convertir a Colombia en un destino turístico para sodomitas y pedófilos; tampoco soy de esos liberales que se hincan de rodillas ante los curitas de la Conferencia Episcopal, mismos que ocultan bajo sus sotanas a los monseñores que violan a cientos de niños para luego enviarlos como obispos a tierras lejanas donde seguirán abusando sexualmente de jovencitos.
Tampoco soy de esos liberales que no lo son, sino que usan ese mote para ocultar su oligárquica tradición de camanduleros que creen que hincándose ante una estatua de la supuesta Virgen María o del Divino Niño (cosas espurias…! diría un metodista) es que se solucionan los problemas financieros de sus oligopolios. Es decir, no soy liberal que admire las trampas de Rafael Núñez, ni la deshonestidad narcotraficante de Ernesto Samper, ni la izquierda elenista de López Michelsen, ni la seducción de jovencitos de Gaviria, ni la de muchachitas de Parodi, ni la cofradía ambivalente de Benedetti, ni el cinismo del senador Cristo, ni las intrigas de Vargas Lleras, ni los gustos níveos masónicos adictivos de los Santos, ni el sadismo torturador de Turbay, ni la ambición terrorista de Piedad Córdoba.
Soy liberal de esos que llevan las ideas en el corazón y no en la billetera; de esos idealistas que creen que sí es posible la igualdad de oportunidades para todos. Soy de esos que lagrimean como pendejos cuando ven la felicidad de un niño que recibe un regalo que ni en sueños podría tener. Soy de esos que piensan que este sería un país mejor y más equitativo cuando los ricos decidan regresar lo que sus antepasados robaron, o compartir generosamente lo que ganaron ellos mismos con arduo trabajo. Soy de los que creen que ser liberal no es cuestión de carnés y puestos, sino que es un estado perenne del alma, una vocación de servicio.
Así que, mi querido amigo, siendo liberal –de los verdad, no de esos que pululan y se codean con el hampa- votaré por Nixon Pabón, como voté por él también al Concejo de Bogotá; votaré por un godo porque nos unen más coincidencias que diferencias. Aunque Pabón es rezandero, mariano y clerofilo, su decencia está por encima de esas cosas. Nunca lo he visto en un torcido y lo que mejor habla de él es que lleva veintitantos años en la política y no ha sido concejal. Para una persona inteligente como Pabón, eso habla muy bien de él.
Fue Pabón quien me advirtió de que yo sufriría un desencanto monumental con el Polo democrático. Y así fue. Los robos y peculados de quienes aseguran estar del lado de los desvalidos, es aberrante.
Y es que el Polo no roba a los ricos, sino a los pobres. Sacan partidas presupuestales para entregarlas a las fundaciones de sus camaradas, supuestamente con destino a los pobres, y se las reparten entre ellos; son hienas, ni más ni menos.
Pregunten en Bosa cuánta plata ha quedado en manos de Venus Albeiro Silva. Deberían hacerle una auditoria a la fundación Chiminigagua para ver cuánto ha sobrecosteado para justificar sus cosas. Pregunten a dónde fueron a parar miles de pares de zapatos que pidieron para, supuestamente, regalárselos a los niños de la localidad de Bosa. Les diré dónde están: en los almacenes de San Victorino, donde estas pirañas fueron a venderlos. El Polo les robó a los niños de Bosa.
Y no solo eso. Ahora me entero de que el Polo Democrático, mediante las directivas de FECODE, ordenaron a los maestros dar instrucciones precisas a los niños de 14 años en adelante, para que salieran a votar por las listas del Polo. No es una sugerencia, es una orden impartida por los maestros a niños que dependen de ellos para saber si tienen malas o buenas calificaciones.
Los maestros distritales están coaccionando a los niños de los colegios para que voten por las listas del Polo y, para probar que les hicieron caso, los niños tendrán que llevar el lunes su certificado electoral. Eso es aberrante y debería ser denunciado ante la Defensoría del Pueblo y los organismos internacionales que defienden los derechos de nuestros niños.
Mientras Piedad Córdoba va a las universidades públicas a llamar a los estudiantes para que se unan a la guerrilla, y mientras Ossa Escobar, el célebre mariguanero del Polo, rector de la Universidad Distrital, le abre las puertas a los guerrilleros para que vayan a hacer proselitismo armado a los eventos oficiales del claustro, los maestros distritales –guiados por FECODE y aleccionados por la Secretaría de Educación, también del Polo-, obligan a los niños para que vayan y voten por la lista de las hienas –digo mal, del Polo.
¿Qué va a decir la Corte Suprema de esto..? Nada. ¿Qué van a decir los jueces..? Nada. Esas instituciones están en contra de Uribe y harán lo que sea necesario para que no aspire al 2010.
Esa es la educación que están recibiendo nuestros niños y jóvenes en las escuelas, colegios y universidades. Hace unos meses presenciamos cómo FECODE hizo que los maestros sacaran a niños de 5 años a marchar por las calles y a lanzarles piedras y palos a los policías. Y nada sucedió. Hoy vemos que los obligan a votar por las listas del Polo y, de nuevo, nada pasará. Ya nos acostumbramos a eso.
Pero mientras Uribe no ponga su atención en la mayor fábrica jesuítica de guerrilleros, la educación pública, este país no tendrá futuro. Presidente Uribe: siga dejando que curas y guerrilleros eduquen a nuestra niñez y nuestra juventud y dentro de cinco años tendremos a más frentes de FARC y ELN que hoy. Siga dejando que estos mismos curas eduquen a la aristocracia de este país, para que sigan abusando de los pobres y beneficiando a la Santa Sede, y verá que Colombia jamás saldrá de este estado de violencia. A los curas les conviene eso: educar a ricos y pobres, y enfrentarlos a unos contra los otros. De ahí emanan su poder y sus riquezas.
Mañana, seguramente saldrá el Polo a hacer cuentas chimbas de la cantidad de partidarios que tiene el Polo. Pero no dirán que coaccionaron niños ni los amenazaron con una mala nota si rehúsan salir a votar por Petro o el resto de las listas amarillistas. Carlos Gaviria, Petro, Bula y demás sinvergüenzas saldrán mañana a los medios a decir que el Polo ha renacido de sus cenizas y que la votación demuestra que nadie quiere a Uribe. Y muchos les creerán.
Los medios saldrán con titulares alabando el apoteósico renacimiento del Polo y los pobres niños que fueron obligados a votar bajo la dictadura stalinista del polista FECODE, tendrán conciencia dentro de pocos años que fueron fichas sustituibles en manos de estos bellacos. Eso, si no logran lavarles el cerebro para que formen células urbanas de las FARC.
¿Y quiénes defienden los derechos de estos niños ultrajados por el Polo Democrático…?
Tomado de:
Ricardo Puentes M.
http://ricardopuentes.blogspot.com/
0 comentarios:
Publicar un comentario