Sindicato y Consejo de Trabajadores*


Por: Stalin Pérez Borges**.Prensa Marea Socialista


Cada día que pasa, salta a la palestra pública con mayor regularidad e intensidad, la discusión sobre el papel de los sindicatos en estos tiempos de revolución y contrarrevolución a nivel mundial. Y, especialmente, en medio de esta etapa de sed de protagonismo de parte de los trabajadores venezolanos, a la par o en contra parte, del afán desmedido de ahogarlo por parte de la casta burocrática que pervive en el Estado. Esta realidad, a la vez, saca de los baúles de la historia y de la teoría, lo del carácter autónomo que deben tener los organismos de la clase obrera, así como sale a relucir también el papel u objetivo de los Consejos de Trabajadores.



En esta oportunidad, entraremos al tema de la relación entre los sindicatos y Consejos de Trabajadores, considerando acá a los sindicatos como instrumentos autónomos de sus afiliados, pero asumiendo una visión crítica de su gestión para poder ubicar los retos que hoy tiene el movimiento sindical revolucionario. En otro momento abordaremos sobre la relación entre sindicato, partido y gobierno, que es de donde, en nombre de la revolución y el socialismo, se ha pretendido limitar la autonomía sindical en el pasado.



Los sindicatos: instrumentos para la defensa y la lucha



La organización sindical es una de las más grandes conquistas históricas de los trabajadores y campesinos. Son sus expresiones para la defensa y lucha de sus intereses. Y, en ella se deben afiliar los que libremente lo manifiesten. Sin embargo, no todos los gobiernos lo permiten. Entonces, el ejercicio de la libertad sindical es un problema de Estado, determinado por la correlación de fuerza de la lucha de clases.



Ahora, el carácter autónomo de un sindicato se lo da la dirección que esta tenga, y en última estancia, está determinado por la voluntad de sus trabajadores afiliados. Autonomía es independencia de clase de la dirección de la organización sindical y sus trabajadores, para tomar decisiones libres sobre sus problemas y aspiraciones. De allí nacen sus acciones clasistas, democráticas y revolucionarias. Poco vale que el programa y los estatutos expresen condiciones autónomas en la organización, si la dirección y los trabajadores no saben ejercer ese derecho o conquista.



Los Estados y sus gobiernos, los patronos y los partidos políticos defensores de la explotación y opresión, gustan de querer subordinar a las organizaciones sindicales a sus intereses y objetivos. Esto ocurre también en una determinada fase de procesos revolucionarios en transición al socialismo, donde se supone, imperan los derechos de los trabajadores y oprimidos.



En esta época del imperialismo globalizado que seguimos viviendo, e independientemente de esta etapa de crisis del capitalismo, se ha desregularizado no sólo el trabajo y las funciones del Estado nacional, sino también los movimientos sociales autónomos, entre ellos, las organizaciones sindicales.



La tendencia de las últimas décadas ha sido de institucionalizar a las organizaciones sindicales. Desde hace años estas yacen en el mayor desprestigio debido a la profunda burocracia que la ahoga y la visible corrupción que los delata. Por eso hay tanta desconfianza y hostilidad con las organizaciones y los sindicalistas. Por eso el poco e ínfimo número de afiliación sindical. Los sindicatos mayormente se dedican a limitados reclamos económicos y, en su mayoría, se han integrado a la institucionalidad, al status quo y a las auto-proclamas, que por más encendidas y ultras que parezcan, no movilizan o terminan en meras acciones moderadas. En su inmensa mayoría son partidarios del “Dialogo Social”, los acuerdos tripartitos y son punta de lanza del Pacto Mundial por el Empleo, política hoy dictado por la OIT



Y cuando, por alguna razón, las principales individualidades de las direcciones de esas organizaciones sindicales logran hacerse de una considerada “legitimidad”, estos se embriagan de un enorme ego e individualismo, y todo lo conducen a una carrera por postulaciones y cargos públicos, muchas veces, hasta desembocar en divisiones por esas ambiciones personales o grupales en sus organizaciones. Todo esto ha conducido a que, hoy en día, el movimiento obrero y sus organizaciones no son la vanguardia en las acciones anticapitalistas.



A casi un año de finalizar la primera década de siglo XXI, y soportando las consecuencias de la enorme crisis que sigue estremeciendo los cimientos del capitalismo, hace falta responder a las deficiencias que no han sido superadas hasta ahora por el sindicalismo.



Me atrevo a enumerar sólo algunas, y no por orden de su importancia: hacer valer su independencia de clase y autonomía; tener una legitimidad incuestionable; superar los límites en los sindicatos de bases de representar solo los intereses de sus afiliados y en los hechos practicar un nuevo tipo de “corporativismo”; estructurar en las organizaciones sindicales a las capas asalariadas, los tercerizados y los que se hallan sin trabajo; ser capaces de combatir la tendencia al burocratismo y alejamiento de las bases, promoviendo nuevos tipos de organizaciones autónomas y autofinanciadas en los lugares de trabajo como comisiones de fábricas, fondos de resistencias, círculos de estudios y formación, comités de empresa, contralorías sociales y participación comunitaria, etc.





Superando los límites del sindicalismo



Y, sobre todo, para superar los límites del sindicalismo, hay que avanzar de inmediato en nuestro país en formas organizativas que vayan más allá del orden del capital y de luchas y aspiraciones defensivas. En este sentido ubicamos formas de organizaciones que busque el control social de la producción, que encamine al proyecto de emancipar a los trabajadores. Acá ubicamos a los Consejos de los Trabajadores.



Desde hace cierto tiempo - uno o dos años atrás-, con la propuesta de los Consejos de Trabajadores no se ha podido ordenar una discusión que esclarezca. Al contrario, mucha es la confusión. Cada quien jala para su lado, muchas veces sin tener una opinión acabada de qué tarea debería cumplir estos Consejos. En esto, cabe mucha culpa a funcionarios del gobierno que declararon de hacer barbaridades con la propuesta de crear este nuevo organismo de los trabajadores. Esto lo hicieron desde el ministerio del Trabajo durante la gestión nefasta de José Ramón Rivero, en plena campaña por la reforma constitucional.



Pero, también hacen campaña contra los Consejos de Trabajadores la vieja burocracia sindical, la nueva burocracia roja rojita y sectores de la izquierda sectaria, que terminan construyendo organismos juntos a la burocracia socialdemócrata y ven maniobras en todo lo que no vengan de su iniciativa. Estos nunca encuentran oportunidades históricas para transitar por otras formas organizativas de autogestión de las masas.



Cuando la clase obrera se hace revolucionaria, comienza a buscar o se apodera de nuevos tipos de organización y de acciones que desemboquen necesariamente en la fundación de un nuevo Estado: un Estado obrero. La clase obrera creará de su seno, con todas sus energías - aunque sea entre errores y vacilaciones -, instituciones de tipo nuevo que al principio sea intermediario de su poder. Los Consejos de Trabajadores pueden representar ese grandioso acontecimiento histórico, y lo puede hacer con menos trabas y de forma mucho más rápido de lo que pudieran hacerlos los cuestionados y limitados sindicatos. Con ese nacimiento, el de los Consejos de Trabajadores, el proceso revolucionario avanzará años luz y entraría en una fase definitoria.



Ese es, y debe ser, el propósito de los Consejos de Trabajadores, y no otro. Los sindicatos seguirán existiendo. No obstante, las nuevas necesidades de controlar las acciones y ganancias de los patronos, tener poder de decisión para definir qué, cuándo y cómo se produce, se llevará acabo con este nuevo tipo de organización. Así, la clase obrera pasará de ser un determinado “instrumento de producción” afiliado a un sindicato o no, a ser parte de un colectivo activo, consustanciado, consultado, en una determinada constitución orgánica. Pasa “casualmente” a formar parte de ese cuerpo constituido, en toman decisiones a su voluntad. Tiempo grandioso. Comienza así, otro juego y otra historia.



Lo demás lo vamos resolviendo como lo aconsejaba Gramsci: “Las relaciones que debe haber entre el partido político y el Consejo de fábrica, entre el sindicato y el Consejo de fábrica se desprenden ya implícitamente de esa exposición: el partido y el sindicato no han de situarse como tutores o superestructuras ya constituidas de esa nueva institución en la que cobra forma histórica controlable el proceso histórico de la revolución, sino que deben ponerse como agentes conscientes de su liberación respecto de las fuerzas de compresión que se concentran en el Estado burgués; tienen que proponerse organizar las condiciones externas generales (políticas) en las cuales pueda alcanzar la velocidad mayor el proceso de la revolución, en las cuales encuentren su expansión máxima las fuerzas productivas liberadas”.

Artículo publicado en Marea Socialista N° 21.

** Comité operativo nacional del Frente Socialista de Trabajadores del PSUV y coeditor de Marea Socialista
Reuters, AFP y ANSA




Unos 200 manifestantes palestinos se enfrentaron ayer al Ejército israelí en el retén militar de Kalendia, al norte de Jerusalén, en la Cisjordania ocupada.



Los manifestantes denunciaban la continuación de la colonización israelí en Cisjordania y en particular en Jerusalén Este, anexionada luego de que la semana pasada se anunció la autorización de la construcción de 1 600 viviendas en un barrio de colonos ultraortodoxos.



Los manifestantes fueron dispersados por gases lacrimógenos cuando lanzaron piedras y una botella incendiaria contra los militares. Seis manifestantes, cuatro mujeres y dos jóvenes, resultaron levemente heridos en la manifestación, en su mayor parte afectados por los disparos de granadas lacrimógenas.



Un portavoz militar dijo que hubo cuatro detenciones y añadió que los manifestantes “habían tratado de forzar el retén que fue cerrado durante cuatro horas después de los incidentes”.



Estos enfrentamientos ocurrieron en el marco de la decisión del ejército israelí que impuso un bloqueo total de Cisjordania por 48 horas, hasta ayer a medianoche.



Para Clinton fue un insulto



Entre tanto, la sólida relación de Israel con Estados Unidos también estaba bajo una grave tensión ayer. Los diplomáticos intentaban por todos los medios salvaguardar las renovadas negociaciones de paz, moderadas por el Gobierno estadounidense, con los palestinos.



Un alto funcionario estadounidense pronosticó “un período tenso en los próximos días a las próximas semanas”, mientras los palestinos demandaban que se revirtiera un plan de asentamientos israelíes y la coalición del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, reaccionaba a críticas, inusualmente tajantes, desde Washington.



La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo que el comportamiento de Israel era “insultante” después de que aprobara la construcción de las nuevas viviendas la semana pasada en un asentamiento en el área de Jerusalén, exactamente el mismo día que el vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, estaba allí para impulsar las negociaciones de paz.



Aunque Clinton aceptó que Netanyahu fue tomado por sorpresa por la aprobación de la construcción de asentamientos que garantizó su ministro del Interior el martes, que es dirigido por el partido religioso pro asentamientos Shas, la Secretaria de Estado dijo que el Primer Ministro israelí de todas formas era responsable por el tema.



El portavoz de Clinton dijo que la Secretaria de Estado le dijo que era una “señal profundamente negativa acerca del enfoque de Israel a la relación bilateral (...) y que había minado la confianza y la fe en el proceso de paz”.



No hubo reacción de funcionarios israelíes durante el sabbath judío. Sin embargo, se conoció que en Washington, la Liga Antidifamación, un grupo de cabildeo de los intereses israelíes, dijeron que las palabras de Clinton sobre el conflicto diplomático eran “una exageración”.



“Estamos impresionados y asombrados por el tono del Gobierno de EE.UU. y la reprimenda pública a Israel”, dijo Abraham Foxman, de la Liga.

Europa pide a Israel que tome otra actitud



Por su parte, la Unión Europea pidió ayer a Israel que deje de entorpecer los esfuerzos para reanudar negociaciones de paz con los palestinos, en víspera de la primera visita a la región de su jefa de la diplomacia, la británica Catherine Ashton.



“Estoy preocupada por el hecho de que Israel haya anunciado esto en el preciso momento en que las conversaciones indirectas iban a iniciarse” entre israelíes y palestinos, dijo Ashton, en entrevista concedida a algunos periodistas, al margen de una reunión de ministros de Relaciones Exteriores de la UE en Saariselkä, en el norte de Finlandia.



Ashton exhortó al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu a “demostrar liderazgo” al permitir que progresen los esfuerzos de paz en la región.



“Necesitamos un acuerdo negociado de paz, rápido, ahora”, dijo.

Lula intercederá



El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva inicia hoy la primera visita de un presidente brasileño a Israel, durante la cual propondrá incluir a nuevos interlocutores en las conversaciones de paz sobre Medio Oriente.



“Siento que los (actuales) interlocutores (del proceso paz) están un poco desgastados en la negociación, y me pregunto si no es necesario encontrar otros interlocutores”, declaró Lula da Silva, antes de partir hacia Israel, donde arriba hoy en la noche, hora israelí.



Palestino detenido. Los enfrentamientos fueron en la aldea Beit Omar, muy cerca de Hebrón. Foto:AFP
Por Quaid el 30 de Marzo de 2010 Archivado en : DENUNCIAS, INTERNACIONAL

Despues me podeis acusar de antisemita o antisionista, pero lo que hace el gobierno de Israel es que la verdad no tiene nombre!!!!!!



La familia Majed Hannoun vivia tranquilamente en su barrio de Sheikh Jarrah hasta que el gobierno de Israel en su afan colonizador decidio expulsarlos el año pasado para hacer una colonia judia fundamentalista.

Lo chungo viene ahora y es que el Ayuntamiento de Jerusalén, que esta gobernado por colonos, les exige el pago de 13.000 NIS a esta familia por los gastos que se ocasionaron en la retirada de sus pertenencia por parte de los trabajadores de ese mismo ayuntamiento.


Ahora otras dos familias que tambien fueron expulsadas de sus casas en el mismo barrio de Sheikh Jarrah temen que se tomen las mismas medidas que con la anterior, pues los servicios municipales trasladaron los muebles a una plaza frente al Ayuntamiento. Las familias de Maher Hannoun y Abdul-Fattah Al Ghawin viven desde entonces en tiendas de campaña enfrente del ayuntamiento de Sheikh Jarrah a pesar de que el ayuntamiento se las ha desmantelado repetidas veces y les ha intentado obligar a salir de Sheikh Jarrah.

Este incidente llega en medio de las violaciones que lleva a cabo Israel contra los palestinos nativos de Jerusalén y en medio de la continuada construcción y expansión de colonias en la ciudad y sus alrededores.

Esto también forma parte de la política israelí de demolición de hogares árabes palestinos en Jerusalén Este.

Ahora podreis decir lo que querais pero a mi me parece que esto es de tener una caradura, no solo te echan de tu casa sino que ademas tienes que pagar.